27/Abr/2022
La instancia organizada por Icare, buscó responder interrogantes relativas a los desafíos que se deben enfrentar en los próximos meses, cómo abordar las transformaciones del mundo del trabajo y cuál es el plan en dicho ámbito pensando en el futuro.
Raphael Bergoeing, se refirió a los problemas que existen en Chile, dada las deficiencias en el sistema de capacitación y de la informalidad laboral.
Planteó que “para avanzar hacia una jornada laboral más breve, se debe incluir en paralelo y no secuencialmente, elementos que permitan ser más flexibles, para tener una adaptabilidad, y así generar mejoras en la productividad”, señaló.
Frente a la pregunta de cómo hacerlo, especificó que “bajando la jornada y en paralelo dejando de definirla en términos semanales y moviéndola hacia jornadas mensuales. Se podría hacer una reducción de la jornada laboral legal de un 10%, como lo estimo la CNEP, pero expresándolo en términos mensuales, incorporando elementos de productividad, que permitan ser más eficientes, y al mismo tiempo signifique que esas personas, que hoy están trabajando 45 horas semanales, que están en un contexto y/o empresa, que siendo más productiva, puedan sostener en el tiempo, jornadas laborales menores. Esta sería una política donde ambos actores ganan y cedan, moviéndose en el discurso de organizaciones sindicales, donde hay una jornada laboral con menos horas, pero al mismo tiempo con más flexibilidad”, aseguró.
El encuentro contó con la participación de Jeannette Jara, ministra del Trabajo y Previsión Social, Francisca Jünemann, presidenta de la Fundación ChileMujeres.
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